El ser humano ha creado diversas formas de adaptación para ayudar a su creatividad, bienestar y sobrevivencia. Una de adaptaciones fue la creación de las bebidas calientes, que son sustancias, cuando debidamente calentadas, le confieren al usuario conforto y, también, agilidad.
El consumo de bebidas calientes es un hábito saludable que proporciona relajación, conforto y racionalidad. Tales cosas contribuyen al aprendizaje, ya que el estudiante no queda tan nervioso y deja fluir sus ideas de forma más flexive. Otro punto por considerar es el hecho de que las bebidas calientes son, en varios lugares de clima frío, una tradición milenaria, haciendo parte de su cultura. Hay un estudio de Psychological Science que demostró que las bebidas calientes ayudan a la socialización.
Por otro lado, uno puede argumentar acerca de las dificultades que se presenten al introducir bebidas calientes en los medios educativos por la falta de cuidado de los estudiantes. Pero no se debe hacer hincapié, ya que debemos crear estudiantes, de cualquier edad, responsables.
Teniendo todo lo citado arriba en cuenta, debemos introducir a las bebidas calientes en los espacios educativos. Por medio de acciones, como la creación de espacios donde los estudiantes puedan compartir sus ideas y conocimientos junto a las bebidas calientes.
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