Todas las personas tenemos frustraciones, que principalmente son generadas por cosas que no obtenemos. Pero hay otras que se generan por nuestros gustos o pasiones, y, aunque es difícil superarlas estas pueden generar un impulso en nuestras vidas para lograr obtener lo que no conseguimos.
Normalmente decimos que nos sentimos frustrados cuando no logramos conseguir algo que deseamos, ejemplo, la nota que esperábamos, alguna prenda de ropa, la entrada a un concierto, etc. Pero más que nada cuando algo que nos apasiona no se nos da, ejemplo, tocar una canción, pintar una obra, no lograr un proyecto de vida, no conseguir el ascenso que querías, entre otros.
Desde mi punto de vista podemos lograr que estos malestares o frustraciones nos impulsen a alcanzar eso que justamente no logramos conseguir, cuando te sientes frustrado hay una ira e impotencia que en ese momento nos hace sentir enojados o estresados, pero aunque logres tranquilizarte puede que la frustración siga contigo.
Me ha pasado cuando dibujo, o pinto, más que nada cuando la idea que quería plasmar no sale como la pensé, pero aunque luego de calmarme me sigo sintiendo así, es un estímulo que uso para intentarlo de nuevo y así lograr perfeccionarlo, mejorando la técnica y esforzándome mucho más, en ocasiones, logro convertir aquella frustración en una satisfacción y un orgullo.
Si dejamos que nuestras frustraciones se vuelvan en el impulso que necesitamos para lograr lo que no podemos conseguir sería mucho más fácil lidiar con ellas y poco a poco superarlas, y tal vez, esa sea la clave para conseguir que nuestros malestares se conviertan en nuestros logros.
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